(dedicado a Jon)
Siempre fui tenedoro, aunque nací en el pueblo de los cucharos.
Mis padres vivieron para recoger su destino a cucharadas. Mis hermanas las cucharillas dijeron que sí al tiempo de los sueños sorbitos, a ver si llenaban de una vez sus barrigas de ilusiones cóncavas.
Pero yo soñaba con clavarme a un bulto, aferrarme como un aguijonazo a la piel y a la carne. Ser un mini emperador tridente.
Una noche, mi padre me descubrió ojeando una revista de tenedoras enseñando las púas al viento, en posiciones claramente afiladas.Mi madre no dejó de llorar, pensando para qué me serviría mi vientre tan lisito y redondeado si no tenía interés por los cazos y las cucharas soperas.
Decidí huir. Al pueblo de los cuchíllaros. Y es que siempre tuve tendencia a otras cuberterías.
18 comentarios:
:)
Qué bueno encontrarte, tenedoro. Qué bueno no dejar de aprender mirando los píxeles que componen tus palabras.
Lo mejor de toda cubertería es el hecho de manejarla a gusto y que cumpla la función de llevarnos el alimento a la boca. Y si no, mejor comer con las manos.
Lo importante es alimentarse bien, cuidarse esa salud. Y pienso que no te faltan manjares saludables.
Qué bueno.
:)
Un abrazo grande grande, desde Madrid, desde mí.
Simpático post que me ha entretenido y me ha hecho sinreir. Un saludo!
...y te relacionas bien con los vasos, o esa, es otra fauna? XD
Besitos
Lo importante es que tenedoro se sirve y le sirve para vivir, alimentarse y por ende ser feliz.
Ahora. ¿De dos, tres o cuatro dientes?. jajaja...
Buen fin de semana.
Abrazo amigo.
jaja, qué bueno. ¿Quién no ha sido tenedoro alguna vez? Yo creo que él mismo se pinchaba con sus dientes para reaccionar y salir de sus ensoñaciones para correr hacia la realidad.
A mí lo que se me ha clavao han sido las ilusiones cóncavas! Ains.
Besotes, niño.
Ahora, que aterrizo en tus palabras, me ha pasado por la cabeza la idea de que hacía demasiado que no te visitaba....será que tus relatos son tan necesarios...
Me has hecho sonreír, la cubertería también tiene sueños y aspiraciones.
Un beso, querido.
enternecedora historia del ingenioso tenedoro de la mancha. Para bordarla en un mantel y rendirle tributo en un museo de cuberterías. esta es mi propuesta jej. tengo un problema con tus relatos, son definitivamente adictivos.
un saludo 38.
Te dejo unos días y te me llenas de luz y color????? qué cosa cómo tiene entrenado una el ojo para que el hacer click en 38 salga el fondo negro. Está guay el nuevo puntito luminoso, rey.
Muy chulos tus últimos post.
Un besiiiiito.
Pues viva el amor libre!
¡que bueno, que orginal!
bicos,
Me ha encantado. Me ha parecido dulce, como esas cosas que de pronto me descubren ñoña y me pongo nerviosa, intentando que no se me note
:)
Todo un rebelde, este tenedoro!
es un visionario, un cubbierto adelntado a su tiempo...
que placer leerte
un abrazo
ya tengo blog!!!, te invito 38 grados
yo soy más servilleta, eso sí, de tela y con una bonita labor a punto de cruz, no todo el mundo tiene cuidado con ella
Siempre quise ser un mini emperador tridente pero aún no sé como... ;) besossss!
Absolutamente fantástico.
Un post original y bonico... Muy gracioso, sí señor.
Hacía tiempo que no pasaba... Ha merecido la pena.
Un gran saludo.
Yo de pequeño era una batidora, pero tras la adolescencia, harto de dar tantas vueltas, moví ciertos hilos y acabé opositando para microondas.
Ahora que den vueltas los demás.
:|
Que interesante alegoría de los tenedores, exquisita, sublime, erótica y con necesidades muy humanas de amor y erotismo.
A veces hay que huir ya que somos incomprendidos y buscar nuevos mundos a ver si calzamos en ese entorno.
Saludos
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